Hacía años que no iba a caminar por Puerto Madero (si bien paso cerca todos los días camino a mi trabajo), y digo que las torres me parecieron gigantes al verlas de cerca, mas de lo que yo esperaba. Trato de imaginar lo que debe ser estar frente a bichos de 250, 300 o 400 metros de altura.
Me ocurría de acercarme a construcciones altas, por ejemplo las Le Parks de Palermo, y verlas mas chicas de cerca que de lejos, pero aquí me pasó todo lo contrario; bajando caminando de San Telmo y chocarme con este complejo de torres fue algo de otro mundo -¡de cerca son gigantes!: