View Single Post
  #42  
Old Posted Apr 2, 2009, 12:43 PM
Claudia-Cba's Avatar
Claudia-Cba Claudia-Cba is offline
Sigo rulando...
 
Join Date: Aug 2008
Location: Córdoba
Posts: 4,599
Darío Volonté: Un veterano, una voz...





La tormenta creaba olas de cine catástrofe a las cuatro y media de la tarde del 2 de mayo de 1982 en el Atlántico Sur. En la caldera del barco el maquinista Darío Volonté, de 19 años, sintió que el piso desaparecía bajo sus pies. No hubo tiempo para pensar. Recorrió a oscuras pasillos y escaleras hasta llegar a cubierta con el agua y el petróleo pisándole los talones. "Después de ayudar a algunos compañeros heridos o quemados tiramos la balsa. No paraba de moverse por el oleaje. Saltamos desde el lado más alto del barco. Gracias a Dios caímos sobre la chalupa. Vi a varios que cayeron al agua y no pudieron zafar", relata.

De los 1.093 tripulantes del crucero General Belgrano, 770 lograron salvarse. La explosión y las 29 horas y media a la deriva marcaron al maquinista para siempre. "Todo se volvió relativo desde entonces", reflexiona casi 25 años después.

No era la primera vez que Volonté se quedaba casi en el aire. Sin la violencia de un torpedo inglés, la muerte de su papá, a los 7,y la economía que apretaba y obligó a salir a buscar un laburo a los 14 golpearon duro. De Pompeya a Santos Lugares y de allí a Patrón al 6800, en pleno Liniers. "Una casa que tenía el almacén de doña Felisa en el local de adelante", recuerda.

Mientras mamá Angela trabajaba en una fábrica, Darío estudiaba. Se ofreció como aprendiz en una tornería de la calle Tellier (hoy Lisandro de la Torre) y al otro día el overol que usaba para ir al colegio se transformó en su atuendo de trabajo. Aunque llegó a oficial tornero siguió buscando algo mejor pago. Un día acompañó a su mamá al Mercado de Liniers y leyó: "Joven argentino, si tienes entre 15 y 18 años...". Llamó, preguntó por el sueldo y en febrero del '79 entraba a estudiar en la Escuela de Mecánica de la Armada. La ESMA.

Cuando una mañana, tres años más tarde, le dijeron que tenía que tomarse un tren a Bahía Blanca porque "tomaron las Malvinas" pensó que lo estaban cargando. "Si tenías conciencia militar de la relación de fuerzas, te dabas cuenta de que con los ingleses no podías", explica. No era una broma. Apenas pudo llamar y pedir que le avisen a la operaria Angela que su hijo estaba en viaje a Puerto Belgrano. Menos de un mes después, cuando el agua se empeñaba en cubrir por completo la balsa, Volonté dice que pensó en ella: "Pobre mi vieja. Quedó viuda a los 28 y ahora se le muere el hijo", se dijo a sí mismo.
Malvinas fue un trago amargo: "Para lo único que sirvió fue para que nunca más se pensara en soluciones militares frente a crisis políticas".

Cuando regresó del sur comenzó a fabricar muñecos de pañolenci, que vendía negocio por negocio. Después fueron prepizzas y también probó vender terrenos, hasta que con una plata que le pagó la Marina y sus ahorros compró su primera camioneta: un Rastrojero.

Trabajó para varias agencias de fletes y algunas empresas. "Cargué heladeras, bolsas de cemento, pianos, lo que fuera", cuenta. Y empezó a tomar clases de canto con José Crea, su "único maestro". Quien le hizo comprender que contaba con una voz de tenor que podía ser su instrumento.
Para tener más tiempo pasó de fletero a cartonero con camioneta. Aprovechaba las noches para recorrer las calles a bordo de una Dodge 200 que reemplazó al Rastrojero, en busca de papeles y botellas.

En 1996 la gente de Opera de Buenos Aires le propuso cantar Tosca en el teatro Broadway. Al año siguiente lo llevaron a Letonia para grabar una versión de El matrero, de Felipe Boero, que nunca se editó. El periplo le sirvió para saber cómo era cantar sin tener que trabajar de otra cosa. ¡Qué bien que viven los cantantes!, dice que pensó.

La decisión de probar suerte en Europa estaba tomada. Había un desafío artístico, pero no era el único. "Si no hubiera habido una motivación económica no lo hubiese hecho", se sincera. Además la opción de "hacer cola en el Colón" no lo seducía: "No me interesaba esperar que alguien decidiera si estaba para cantar o no".

Emprendió entonces una gira con una compañía rusa por Holanda y por Bélgica, cantando Il trovatore y Un ballo in maschera, que le sirvió para tomar confianza y hacerse ver. Un llamado desde Bologna le valió la oportunidad de reemplazar a Ignacio Encina en el Comunal de Trieste. "Ahí arrancó todo", dice.

Su debut en el Colón fue recién en el '99, con Aurora. "A mi agente Pupi se le ocurrió una frase ingeniosa que decía 'ex combatiente le canta a la bandera en el Teatro Colón'", recuerda y sigue: "La sala explotó de gente, hice un bis algo que jamás había sucedido en una función de Gran Abono –y me dio una popularidad en el país que aún hoy me sigue abriendo puertas".
...

Fuente: http://www.clarin.com/diario/2006/11...s-01316485.htm
__________________
"Finding beauty in the unexpected"
Reply With Quote