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SANTIAGO.- Ayer, los luceros de la Navidad se encendieron en la glorieta del Parque Duarte en Santiago. El gobierno municipal sopló, desde allí, los aires de la época, que también adornan la antigua, larga y concurrida calle Del Sol.

El 30 de noviembre, el Ayuntamiento de La Vega, famoso por tirar la puerta por la ventana, conectará los faroles que hacen del parque principal un escenario resplandeciente.

En la actual temporada, las áreas públicas se pueblan de los tonos que pone de moda la poderosa ola publicitaria. La otrora arborizada entrada de Santiago, tronchada por un elevado construido en el último gobierno de Joaquín Balaguer, cuelgan carteles rojos deseando “Feliz Navidad” a quienes van, llegan y se detienen en esta ciudad de gente afectuosa.

A los tramos de la calle Del Sol, cercados por unas arandelas de metal, se suma, la atención pública que reposa en la impactante iluminación del enorme árbol que identifica el Palacio Municipal en la avenida Juan Pablo Duarte.

A la fecha, el Monumento a los Héroes a la Restauración, no tiene ningún elemento decorativo. En la gestión de Hipólito Mejía, pagaron 6 millones de pesos a una empresa capitalina por unas luces, hace rato, apagadas. Un fenómeno muy popular en Navidad era la decoración de la denominada “Calle de la Muñeca” próxima al Estadio Cibao.

Esta calle, franqueada por casas humildes, atraía miradas y visitas de habitantes de otras provincias. Hoy otros lugares son los que exhiben un aire navideño.

LA VEGA
Se estima que es bastante cuantiosa la inversión en decorados y luces, que gastarán en el Ayuntamiento de La Vega, pero vale la pena, debido a la belleza que exhibe la institución.

Cuando merme la mirada solar el 30 de noviembre, la obra navideña de Alberto Adames, Karen Portes, William Gil y Sandra Nazario, podrá vislumbrarse en el Parque central y otros espacios de la “culta y olímpica” ciudad.

La Navidad viste de color el Cibao


El viejo reloj de la ciudad de Montecristi.

No importa la merma que los años impongan en las festividades navideñas, en los pueblos siempre se mantiene el espíritu de la Pascua, y eso es visible en las calles y casas que los componen.
En el Cibao, por ejemplo, las personas se identifican con los aires de Navidad que comienzan a sentirse desde finales del mes de octubre.

Santiago, La Vega, Moca, San Francisco, Puerto Plata y otras comunidades del interior, se visten de rojo, verde, dorado y otros colores que identifican la época, para estar a tono con ella.

Testimonia el colega Félix González que en Monte Cristi, la Navidad pinta su provincia de luces multicolores en el frente e interiores de las casas. La comunidad se preocupa por darle un cariñito a la casa y una “manita de pintura” para que el aspecto físico del hogar también luzca brillante.

Atracción principal
De acuerdo al representante de LISTÍN DIARIO en la zona, el Parque Duarte, en cuyo centro está el famoso Reloj Público, se remoza anualmente para ser el mayor centro de atracción navideña.

“Allí se recrean escenas de la época, se colocan figuras en tamaño normal de pastores y se confecciona un pesebre con el Niño Jesús, la Virgen María y San José. Grupos de jóvenes de Monte Cristi, entre ellos los llamado ROTARAC, voluntariamente se integran”, expresó Félix González.

La fotografía del Reloj Público (creación de Fernando Nolasco) que ilustra este trabajo corresponde al año pasado. La precariedad económica rezagó la voluntariosa juventud del ROTARAC que aún no encuentra la miel monetaria para mimar su querido entorno.

Mientras tanto, los barrios de Monte Cristi continúan cultivando la labor de adornar las calles con arbolitos, luces y pesebres, “condimentados” con equipos de música para bailar “hasta que amanezca”.

Los fines de semana se da más rienda suelta al gozo, la gente se la pasa bailando y hace actos culturales, ingieren té de jengibre y otras bebidas, mientras esperan un sancocho o asopao”, expuso González, montecristeño, como el Mayimbe, “por la gracia de Dios”.

TRADICIÓN
En Monte Cristi, tierra del dromedario dormido (como bautizaron al famoso Morro), las oficinas públicas también lucen el color de la época y se incrementan los programas de radio dedicados a la temporada.

Otras actividades valiosas son las fiestas anuales de instituciones, los famosos “angelitos” y los planes para recibir a parientes residentes fuera del país.