Hola, de nuevo:
Navegando por la web, entré en:
http://www.clubdelprogreso.com/index...sid=44&id=2788
Me encontré con el desaparecido Pabellón Argentino y también con valiosos datos e imágenes, que consideré dignas de compartir.
En primer término, un extracto del texto que nos ubica en época y contexto y que aconsejo leer, ya que a todos los apasionados por nuestra ciudad les será invalorable:
“PABELLON ARGENTINO EN LA EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARIS DE 1889
El arquitecto francés Albert Ballú (1849-1939) diseñó, entre otras importantes obras, los Pabellones de Argelia y de la Argentina en la Exposición Universal de París de 1889 y el Pabellón de Argelia en la Exposición de Marsella de 1906.
La construcción del Pabellón
El Pabellón, que respondía a lejanas inspiraciones clásicas, era un artefacto de gran tamaño, de vidrio y metal, profusamente ornamentado.
Ballú lo explica así: "La construcción del Pabellón es de las más sencillas. El programa impuesto era proponer un edificio desmontable y transportable a Buenos Aires, por lo cual el arquitecto ha establecido un armazón de hierro, provista de adornos de fundición y de molduras que descansa sobre cimientos de piedra (...) y sótanos enlazados entre sí por medio de arcos de ladrillo.
En el exterior, las partes verticales que quedan entre los nervios de hierro, se han rellenado con azulejos, mosaicos, porcelanas, revestimientos de vidrio, planos o formando ampollas salientes iluminadas de noche por la luz eléctrica, gres esmaltados, tierras cocidas y ladrillos barnizados.
La techumbre es de cobre para las partes cubiertas de las cúpulas, de zinc para los grandes tramos y de vidrio para las torres y glorietas superiores".
Cuando el Vicepresidente argentino, Dr. Carlos Pellegrini, visitó la obra en construcción, dispuso algunos cambios estéticos, como la sustitución de la pintura roja por dorada como terminación exterior de la estructura metálica y la utilización de vidrios azules para que, junto con la luz blanca que trasparentaban los vidrios sin coloración, se formaran los colores patrios.
En cada una de las cuatro esquinas del Pabellón, se emplazaron grupos escultóricos de Louis Ernest Barrias, fundidos por Thiebaut, simbolizando "La navegación" y "La agricultura", temas duplicados; en el frente, un enorme sol dorado coronando la fachada. El portón principal estaba engalanado por otro grupo escultórico simbolizando a "La República Argentina", obra de Jean Dominique Hugues que tenía como figura central a una joven mujer apoyada en una vaca con alegorías de la ganadería, la agricultura, la industria, el comercio e incluso el ferrocarril. A ambos lados, dos mosaicos venecianos repetían algunos de estos temas.
Las cuatro fachadas del Pabellón estaban ornamentadas con grandes escudos argentinos realizados en cerámica policromada, sobre bocetos del escultor Dupuis. En el interior estaban presentes los retratos en vidrio coloreado de próceres argentinos como San Martín, Moreno, Belgrano, Rivadavia, Urquiza, Sarmiento y otras figuras representativas de la Argentina.
El edificio tenía dos plantas y los interiores también estaban profusamente ornamentados y tenían un gran colorido y luminosidad.
Un gran vitral realizado por E. Oudinot sobre bocetos de Charles Toché representaba a "La República Francesa recibiendo a la República Argentina en la Exposición”.
La inauguración del pabellón, el 25 de mayo de 1889, estuvo presidida por el Presidente de la República Francesa, Sadi Carnot y por el Vicepresidente argentino, Dr. Carlos Pellegrini.
Terminada la Exposición
Pese al proyecto original de su traslado a Buenos Aires, el Gobierno Nacional dispuso su venta, dada la difícil situación económica del país. A tal efecto llamó a licitación, con el propósito de realizar la adjudicación el 14 de enero de 1890. La venta sería separada en 8 lotes, por lo que el Pabellón se desintegraría.
Sin embargo, el Intendente Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, Francisco Seeber, logró frenar el remate y ofreció al Gobierno Nacional compartir los gastos de traslado del Pabellón a Buenos Aires. Aceptada la propuesta, el 1º de febrero de 1890, bajo la supervisión del ingeniero municipal Juan B. Medici y siguiendo expresas indicaciones del arquitecto Ballú, el edificio empezó a ser desarmado. Se embarcaron 6.000 bultos, casi 1.700 toneladas, en la nave "Ushuaia", algunos de los cuales fueron arrojados al mar en el trayecto a causa de una tempestad. El Pabellón, desarmado, llegó a Buenos Aires a fines de 1890.
A comienzos de 1891, el edificio empezó a ser rearmado en terrenos de la actual Plaza San Martín, bajo la dirección del ingeniero holandés Juan Waldorp completándose en 1893. Allí se mantuvo hasta el año 1934.
Waldorp, como de titular de "Juan Waldorp y Cía.", asumió la tarea de concesionario municipal, facultado para la explotación comercial del Pabellón por un plazo de 15 años. La fecha de inauguración quedó fijada para el 14 de enero de 1894. La construcción despertó el interés del público, ya que se trataba de un edificio muy moderno y de gran dimensión, que venía asociado a un antecedente prestigioso.
La entrada del Pabellón se hallaba en Arenales 651, entre Maipú y Florida (ubicado en lo que actualmente es el interior de la Plaza San Martín). Según narra Bonifacio del Carril, "se celebró un contrato con una empresa particular para explotarlo como sala de conciertos y teatro".
En la bajada de Maipú se construyó otro edificio para servir de confitería, pero el negocio fracasó y allí quedó el Pabellón Argentino, solitario, en lo alto de la barranca, soportando las inclemencias del tiempo". La confitería-cervecería anexa fue obra de Carlos Morra y sirvió luego como sede de la Comisión Nacional de Bellas Artes.
En 1898, aprovechando las instalaciones del Pabellón, se construyeron ampliaciones en forma de alas, del mismo "estilo", para la Exposición Nacional de ese año.
En 1900 el Pabellón pasó a albergar el Museo de Productos Argentinos de la Unión Industrial Argentina.
En 1910 funcionó allí la Exposición Internacional de Arte del Centenario.
Entre 1910 y 1931 el edificio del Pabellón Argentino fue sede del Museo Nacional de Bellas Artes.
Hacia 1923, el Dr. Cupertino del Campo - uno de los más meritorios directores de ese museo - inició una campaña para construir un nuevo edificio para la institución, frente a la Plaza San Martín, la cual no tuvo éxito.
El Pabellón perdido
En 1932 comenzaron los trabajos de ampliación de la Plaza San Martín, demoliéndose las fincas ubicadas sobre la barranca, entre la calle Arenales y la Avenida del Libertador. En 1934, el Pabellón fue desarmado nuevamente y los grupos escultóricos que lo integraban fueron dispersados por la ciudad. Por entonces, en pleno fervor modernizador, la demolición del Pabellón fue vendida en remate y por muchos años se perdió el rastro de la gran estructura metálica.
En 1964 el arquitecto Mario J. Buschiazzo publicó un artículo de carácter histórico acerca del Pabellón y en 1988 Bonifacio del Carril volvió sobre el tema. No obstante, las investigaciones más profundas fueron realizadas por Olga Vitali, quién, finalmente en 1998 pudo ubicar en un terreno del barrio de Mataderos un tramo de la estructura original, convertido en galpón de una herrería.”
Triste final para una joya del pasado.
1862 - Aspecto del antiguo monumento al Gral. San Martín en la plaza homónima.
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1900 - El Ex-Pabellón Argentino en su nueva ubicación.
1910 - El Pabellón sobre la calle Arenales al 500, sector actualmente en medio de Plaza S. Martín.
Plano que, claramente, permite ver la ubicación del Pabellón.
1930 - Vista aérea de la zona de la vieja Plaza San Martín con el Pabellón Argentino.
1933 - Vista desde Av. Alvear (Actual del Libertador), cuando aún la plaza no llegaba hasta allí. A la izquierda del Pabellón, se observa el Plaza Hotel.
1934 - Todo ha cambiado. Se amplió la Plaza y desapareció el Pabellón.
Fines de 1934 - Una vista aérea con el nuevo aspecto de la Plaza. El Edificio Kavanagh, aún no existía.
1935 - Desde la obra del Kavanagh, vista de la zona de Retiro y la nueva Plaza.
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1935 - Vista aérea desde otro ángulo que muestra al Kavanagh bastante avanzado.
1940 - La siempre transitada multi-esquina de Retiro: Maipú, Juncal y Av. Alvear (Actualmente del Libertador). Hacia la derecha, edificio Mihanovich.
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1942 - Y para finalizar, una vista de las Plazas Britannia y San Martín y del frente del mítico Parque Japonés, donde - desde los años 70 - se levanta el Hotel Sheraton.
Un saludo cordial para todos.