Cartas - 23 Oct 2008
Crónica de una muerte anunciada
Por Horacio Torcello
Arquitecto
"En el 1989, realizamos conjuntamente con el
arq. Clorindo Testa el Master Plan Urbanístico para el Tren de la Costa, para presentarnos como proyectistas a la Licitación de Concesión de Obra Pública mediante el sistema de Proyecto, Precio y Financiación de las obras que convocaba Ferrocarriles Argentinos. Con la oferta económica financiera de SCP y nuestra propuesta arquitectónica, ganamos la Licitación sin pena ni gloria, ya que fuimos los únicos oferentes. Adjunto una publicación periodística de ese momento.
El ambiente inmobiliario del país se presentaba muy complicado (recesión, desempleo, inflación, etc..) y había muy pocos empresarios interesados en iniciar nuevos emprendimientos. Sin embargo, luego de intentar animar a varios amigos, solo a Francisco Soldati (Presidente de Sociedad Comercial del Plata) le interesó participar en esta aventura…quien con mente visionaria dijo: “en este momento en el que nadie se anima a nada, este proyecto será una buena oportunidad empresaria”…
La idea original planteada era bien diferente a la que la realidad arrojó después: en la propuesta original se trataba de recuperar urbanísticamente, con sustentabilidad, uno de los sitios más pintorescos de la costa norte de Buenos Aires: una sola de las dos vías iba a ser recorrida por tranvías con estribos como los que circulan hoy por las calles de San Francisco, con las salidas diarias que surgieran de la demanda natural para el total del recorrido (con puntos de transferencia en 2 sitios para permitir la maniobra de tranvías de ida y vuelta)…para subirse o bajarse en cualquier lado, aún en movimiento (velocidad peatonal)…lo que permitía disponer del espacio que liberaba la segunda vía, para diseñar un paseo peatonal organizado para bicisendas o hasta para pistas de cabalgatas deportivas, etc.., conectándose la gente peatonalmente en todo el recorrido de la traza y no solo en las estaciones. La consigna era evitar que el proyecto invirtiera las necesidades y servicios reales, sin utilizar los recursos urbanísticos que luego lo caracterizaron, por ej.:
a) colocando barreras automáticas para los autos en todos los pasos a nivel en los 15 km. de recorrido (los tranvías propuestos hubieran podido circular como cuando lo hacían por Buenos Aires, sin barreras);
b) elevando al triple la altura de los andenes de todas las estaciones (generando además importantes “barreras arquitectónicas”) para adaptarlas al “tren de alta velocidad” con aire acondicionado y ruedas de goma, pretendiendo erróneamente que el problema a resolver era el del transporte de pasajeros VIP;
c) cercando y alambrando el recorrido completo de la traza, aislándola de su pintoresco entorno vecinal;
d) generando un disturbio acústico-urbanístico innecesario, con un tráfico de salidas de trenes cada 20 minutos, que obligaron a adquirir un servicio ferroviario de alta velocidad, con casi 100 movimientos diarios de ida y vuelta, con independencia de la necesidad real, todo ello para justificar no se sabe qué.
La suma de estos motivos y de otros más seguramente, terminó por desnaturalizar finalmente el carácter urbanístico y paisajístico propuesto en el Master Plan inicial desarrollado por nosotros. En el Master Plan realizado intentamos recuperar urbanísticamente y en forma sustentable, uno de los sitios más pintorescos de la costa norte de Buenos Aires…y solo eso.
Al fallecer Francisco Soldati, y luego del natural cambio de autoridades internas, insistimos en mantener la idea original con la que iniciamos el proyecto del Tren de la Costa. Ante nuestra insistencia para evitar las modificaciones indicadas, advirtiendo sobre las graves consecuencias de la desnaturalización urbanística que se generaría (
además del desmedido gasto en infraestructura ferroviaria), fue rescindido en 1991 nuestro contrato con SCP para el seguimiento del proyecto.
Han pasado 18 años, y al leer el informe de Inmobidiario, me pareció oportuno hacerles llegar estos comentarios que, aún siendo tarde, pueden ser útiles para comprender que este tipo de errores…suelen pagarse caro. Me vino a la memoria García Márquez con su “crónica de una muerte anunciada”.
A veces el tiempo nos da la razón…o todo lo contrario."
Fuente:
http://www.inmobidiario.com.ar/nota-...erte-anunciada