Y ahora China:
Gigantesca tormenta de arena dejó a China en las sombras
Toneladas de arena de los desiertos del interior de China se abatieron sobre Pekín, dejando a la capital inmersa en una nube amarillenta que las autoridades advirtieron convirtió la calidad del aire en "peligrosa". Quienes se aventuraron a salir utilizaban máscaras.
La oficina de meteorología de Pekín dio al aire una calidad de "5", o peligroso, y añadió que "no era recomendable para ejercicios matutinos". Los parques y espacios abiertos usualmente están repletos de gente desde tempranas horas del día, con personas practicando artes marciales, baile y otras actividades.
Las tormentas de arena dejan de manifiesto la degradación ambiental que los inversionistas señalan como una de las limitaciones a largo plazo del crecimiento chino.
El Gobierno ha gastado millones de dólares en proyectos para frenar la extensión de los desiertos, plantando árboles e intentando proteger las zonas vegetales que quedan en áreas pequeñas.
En el norteño distrito de Changping, el viento alcanzó velocidades de hasta 100 kilómetros por hora.
Las nubes de polvo y arena también cubrieron las provincias de Qinghai y Gansu, y la región occidental de Xinjiang, antes de llegar a la capital.
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