MIDE 18 METROS Y AYER HIZO SU PRIMER VIAJE POR LA CIUDAD
Sorpresa en las calles por el nuevo colectivo para 140 pasajeros
Es de la lÃnea 132 y va de Flores a Retiro. Tiene
cámaras de TV y su chofer dice que es fácil de manejar.
Es enoooorme! ¡El chofer tiene dos pantallitas y lo ve todo! Los timbres también son diferentes, tienen una tecla más linda, como una pelotita roja". Ezequiel (10) describe todo en voz alta. Está sentado en el primer asiento del micro junto a su papá Carlos, que es ciego. Y de esa forma comparte con él la experiencia de viajar en el primer colectivo articulado que circula por la Ciudad, un 132 que desde ayer presta servicio entre Flores y Retiro.
No fue un dÃa más para Luis Pizarro (51), un hombre de Colegiales, divorciado y con dos hijos. Tras 18 años como chofer de Nuevos Rumbos S.A. con un legajo impecable, ayer lo felicitó el presidente de la empresa, Alberto Crespo. Es que a él lo eligieron entre 200 choferes para confiarle un vehÃculo que costó US$ 250.000, tiene 18 metros de largo (los normales tienen 10 o 12) y capacidad para 140 pasajeros, el doble que los comunes. Pizarro practicó sólo un dÃa. Y ayer, a las 7.58, se puso tras el volante para el primer viaje oficial, partiendo desde la terminal de Varela al 1600.
Los pasajeros, que subÃan ensimismados, se quedaban paralizados con la moneda en alto cuando veÃan el espacioso interior repleto de asientos. "Está bárbaro. Es increÃble ver un colectivo como éste acá", atinó a decir Jonathan. "Anda muy suave -evaluó Antonela (5), de paseo con su abuela Nila-. Parece un tren", observó señalando el fuelle que articula al vehÃculo.
Aunque los más sorprendidos fueron los peatones y los automovilistas, que se quedaban con la boca abierta o señalaban con el brazo al ver ese micro que no se terminaba más. Como dos ancianas, que se llevaron las manos a la cara casi con horror. O un hombre en Once, que siguió varios metros al colectivo para curiosearlo mejor.
"¿Cómo doblás?", querÃan saber todos. "Dobla espectacular", juraba Luis, haciendo parecer fácil una maniobra que, de afuera, se veÃa imposible. La prueba de fuego fue en Paraguay y San MartÃn, y la pasó. "Es igual que con un micro común -contó el chofer-. No necesitás abrirte más, porque al estar articulado, al doblar la parte trasera sigue a la delantera".
Igual, en cada curva el micro parece partirse y la parte de atrás desaparece de la vista para todos los que van adelante. Menos para el chofer, que tiene dos monitores LCD sobre su cabeza. Uno muestra la parte posterior y en el otro se ve lo que hay detrás en el exterior del vehÃculo, algo muy útil para dar marcha atrás. Cuando los pasajeros tocan el timbre y se abren las puertas, otras cámaras muestran cómo bajan.
El colectivo jamás quedó cruzado en una bocacalle cortando el tránsito. "Tengo calculados los semáforos y si dudo si llego a pasar, espero", dijo Pizarro, orgulloso, poco antes de terminar su jornada, casi a las 20.
enlace:
http://www.clarin.com/diario/2008/02...ad/h-06001.htm