HomeDiagramsDatabaseMapsForum About
     

Go Back   SkyscraperPage Forum > Regional Sections > América Latina


Reply

 
Thread Tools Display Modes
     
     
  #1  
Old Posted Jan 21, 2011, 11:34 PM
-*Casa Saboya*- -*Casa Saboya*- is offline
Registered User
 
Join Date: Jan 2010
Posts: 215
Arrow Parroquia Inmaculada Concepción - Santa Tecla Departamento de La Libertad

Parroquia Inmaculada Concepción

Dirección: 4ta. Avenida Norte #1-4, Ciudad de Santa Tecla
Departamento de La Libertad, El Salvador Centroamerica.
Telefonos: (503) 2228-1415, (503) 2229-5741 y (503) 2229-5742.
Fax: (503) 2228-0457.
http://www.pinmaculada.com


Historia del Obispo que erigió el Antiguo Templo



Tomas Pineda y Saldaña
Segundo obispo de El Salvador


El hallazgo del sepulcro del segundo obispo en la historia de El Salvador trae a memoria el papel que este clérigo realizó para impedir la sumisión de la Iglesia Católica ante el Estado, a finales del siglo XIX.
EL 22 de febrero del presente año, un tractor que demolía la parroquia Inmaculada Concepción, de Santa Tecla (La Libertad), descubrió, accidentalmente, una lujosa tumba.
El entierro estaba ubicado frente a lo que fue el Altar Mayor de la iglesia, que resultó severamente dañada por el terremoto del 13 de enero de este año.

Los responsables del hallazgo notificaron, inmediatamente, a Medicina Legal y al Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA).
El 27 del mismo mes, Claudia Ramírez y Fabricio Valdivieso, arqueólogos de la Dirección de Investigaciones de CONCULTURA se presentaron al lugar para investigar el sepulcro.
A juzgar por el lujo del féretro de cristal, las ropas y la ubicación, se dedujo que el cuerpo podría pertenecer a monseñor Tomás Miguel Pineda y Saldaña (1791-1875), segundo Obispo de El Salvador. En una columna del antiguo templo, existió también una placa fúnebre con su nombre en latín.

Valdivieso se encargó de investigar la trayectoria de este histórico personaje del siglo XIX. En documentación de los archivos del Arzobispado de San Salvador, el arqueólogo descubrió que Pineda y Saldaña pidió ser sepultado en la parroquia Inmaculada Concepción en la cual el religioso colocó la primera piedra el 8 de mayo de 1856.

El descubrimiento del entierro del obispo no sólo fortalece el conocimiento de la forma en que se realizaban entierros en el siglo XIX. La investigación histórica llevada a cabo por el arqueólogo rescata y trae al presente el papel que Tomás Pineda y Saldaña tuvo en una coyuntura muy especial del siglo XIX: las luchas por la separación de la Iglesia y el Estado.


La rebelión del clero

Hablar de Tomás Pineda y Saldaña equivale a desentrañar la historia republicana de El Salvador, llena de polémicas políticas de capitán general Gerardo Barrios.

La dificultades entre el gobierno y la iglesia iniciaron el 15 de septiembre de 1861. El licenciado Manuel Suárez, Jefe de Sección del Ministerio de Hacienda, pronunció un discurso e hizo una reseña histórica del modo del ser de la colonia y de las causas que habían contribuido a la decadencia social. Entre éstas mencionó algunos abusos de parte del clero.

“No es de extrañar que la influencia de la Iglesia sobre los derechos sociales del hombre haya sido perniciosa más bien que benéfica. Después de la destrucción del Imperio Romano de Occidente y en la profunda noche de la Edad Media, el clero, como la parte inteligente de la sociedad, ejerció en ésta una gran influencia; pero en lugar de emplearla en impulsar a los pueblos hacia la civilización y libertad, tan íntimamente conexionadas con el Evangelio, se unió con la tiranía para participar de sus ventajas...”, rezó parte del discurso.
Pineda y Saldaña envió una carta a Suárez en la cual señalaba que el discurso era ofensivo puesto que acusaba a la Iglesia de fraudulenta. Luego, continuó un intercambio de cartas entre el obispo y Barrios. La última de Barrios dirigida a Saldaña finalizaba: “Y al concluir mi carta semioficial, recordaré a S.S.I. las palabras de un célebre orador francés: ‘Que el Estado no está en la Iglesia, sino que ella está en el Estado.’ Eso creo yo también, y será mi regla en el Gobierno en todo lo que tenga relación con lo temporal”.

La investigadora salvadoreña Eugenia López explica en su trabajo “La inestabilidad y la promesa del progreso. 1856-1871” que “Barrios atacó con virulencia a la Iglesia Católica. Durante su presidencia buscó restarle fuerza al poder eclesiástico y someterlo a las leyes de la República, pediría a los curas jurar la Constitución, someterse a ella y a la autoridad suprema del gobierno. Había dicho al obispo (Pineda y Saldaña) que la Iglesia no podía ser un Estado independiente dentro del Estado político, y que, teniendo un influyo tan poderoso como el que tenía dentro de los pueblos, debería estar subordinada a la autoridad suprema, para que nunca pudiera desgarrar a la nación en fracciones”.

Como resultado de esta política, el clero de esa época calificó a Gerardo Barrios como hereje.
El 11 de octubre de 1861, Barrios firmó el decreto en que se obligaba a los religiosos a juramentar ante la Constitución; de lo contrario se les aplicaría la ley.


El exilio en Guatemala


El clero se negó a prestar juramento, ya que en dicha época sólo reconocían como soberano al Pontífice Romano.
La negativa del clero fue encabezada por Pineda y Saldaña, no obstante hubo religiosos que se mantuvieron leales al obispo y otros a Barrios.

Ante la conducta de rebeldía de los religiosos, Barrios expulsó a varios sacerdotes.
El Obispo abandonó por su propia cuenta el país en 1861 y se exilió en Guatemala. La Iglesia salvadoreña quedó acéfala; pero quedó vigente la prohibición de juramentar ante la Constitución.
Durante su estadía en el vecino país, Pineda y Saldaña fortaleció sus lazos de amistad con el presidente general Rafael Carrera, enemigo de Barrios.

Mientras tanto, en El Salvador, Barrios trataba de resolver el problema gestionando ante el Vaticano. El resultado de esta negociación fue el Concordato entre el Vaticano y el Estado Salvadoreño.
El 18 de marzo de 1862, el Papa Pío IX, por medio del cardenal Secretario J.C. Antonelli, comunicó al obispo Pineda y Saldaña la resolución tomada por la Santa Sede: el Clero regular debía juramentar ante la Constitución y las leyes del Estado y el obispo debía regresar a El Salvador.

Pineda y Saldaña notificó al gobierno de Barrios su deseo de reincorporarse a sus funciones eclesiásticas, pero continuó “enfermo” en Guatemala.

Este período fue muy turbulento para Barrios, pues afrontó varios complots en su contra.
Gerardo Barrios pretendía la unidad centroamericana con respeto a la autonomía de los países y sus intereses locales, tal como lo había soñado Francisco Morazán. Pero este ideal era contrario al de Rafael Carrera, presidente de Guatemala que también promovía la unidad centroamericana pero bajo un gobierno central radicado en su país.
Posteriormente, Carrera invadió El Salvador, siendo la batalla decisiva y derrota de Gerardo Barrios la de San Salvador en 1863. En consecuencia, Carrera colocó a Francisco Dueñas en el poder. El 14 de noviembre de ese año, el obispo Pineda y Saldaña regresó a El Salvador y fue recibido cordialmente por el nuevo presidente.

A las cuatro de la mañana del 29 de agosto de 1865, el capitán general Gerardo Barrios fue fusilado. El obispo Pineda y Saldaña momentos antes de que el derrocado general se colocase frente al pelotón que lo fusilaría se acercó a él:
“Diga general, perdóname señor por mis pecados”.
“No”, contestó Barrios, “no dijo así el salmista”.
“General Barrios ya no es tiempo de vanidades”.
“No es vanidad. No hago más que rectificar”. Y volviéndose hacia la imagen de Cristo que le aproximaba el Obispo, dijo: “Perdona señor mis iniquidades”.


La separación definitiva


El presidente salvadoreño Francisco Dueñas fue también derrocado. Fue sucedido por el mariscal Santiago González.
En ese entonces, Pineda y Saldaña ya había envejecido y nombró como sucesor al presbítero y doctor José Luis Cárcamo, quien se consagró como tercer obispo de El Salvador en 1871. Con la administración de González se alteraron de nuevo las relaciones entre la Iglesia y el Estado.

La ruptura definitiva entre la Iglesia y el Estado ocurrió en el período de 1871 y 1886. En ese tiempo, González dio por finalizado el Concordato y período en el cual Guatemala, bajo el mando de Justo Rufino Barrios invade de nuevo El Salvador —cuyo presidente para entonces era Andrés Valle que es obligado a renunciar—. Ante la invasión de Guatemala, una Junta de Nobles reunida en Chalchuapa impuso como presidente de El Salvador al doctor Rafael Zaldívar, quien con diversas reformas quitó definitivamente el poder a la Iglesia Católica.

“La decisión estatal de imponer su autoridad sobre la Iglesia fue más bien política que económica. La Iglesia salvadoreña no tenía riquezas tan grandes como la de Guatemala, pero ejercía una fuerte influencia en la población, principalmente entre aquellos que serían más afectados... El hecho de que los liberales pudieran someter al clero hacía ver a resto de la población, especialmente a los indígenas, la fuerza que el Estado poseía.

Si este era capaz de enfrentar y someter un poder tan antiguo, no había razón para creer que no podría hacer lo mismo con otros grupos sociales. Aunque en un primer momento el clero se opuso tajantemente a las jando y al final aceptó tácitamente que los cambios eran irreversibles”, resume Carlos Gregorio López en su texto “Tiempos de liberales y reformas”, 1871-1894”.


El obispo muere

Tomás Pineda y Saldaña, debilitado por las presiones y las enfermedades, falleció el 6 de agosto de 1875, según el “Diario Oficial” del 8 de agosto de 1875.

El día siguiente, el presidente de la República, mariscal Santiago González, decretó Duelo Nacional por nueve días.
El sepelio se realizó el 11 de agosto y fue enterrado frente al Altar Mayor de la Iglesia Inmaculada Concepción entre cajones de cristal, zinc, madera, con sus correspondientes llaves.
La lucha del obispo había terminado.


HOJA DE VIDA

•Tomás Miguel Pineda y Saldaña nació el 29 de diciembre de 1791 (día en que la Iglesia conmemora el martirio de Santo Tomás) en la hacienda “El Rosario”.

•Sus padres fueron Antonia Manuela Saldaña y Cayetano Pineda.

•Al fallecer su padre el 28 de abril de 1800, la viuda y sus cinco hijos son trasladados a Zacatecoluca por Juan de Dios Saldaña, hermano de doña Antonia, para ser educados.

•Gracias a la tutoría de la madre y su hermano, los hermanos son reconocidos con el apellido Saldaña y no por el Pineda, el cual les correspondía legalmente.

•Su educación religiosa la recibió, inicialmente, de su madre. Su primaria la realizó en una escuela de Zacatecoluca.

•A la edad aproximada de doce años, es enviado a Guatemala para continuar con su vocación eclesiástica.

•Obtuvo el grado de Bachiller en Filosofía en la Universidad Pontificia de San Carlos (Guatemala).

•Se ordenó como sacerdote en 1819.

•Ejerció como párroco de la iglesia Asunción de Izalco.

•El 8 de julio de 1843, Pío IX designó a Tomás Pineda y Saldaña como Obispo de Antígona y al mismo tiempo Vicario del Arzobispado de San Salvador.

•Fue nombrado obispo de San Salvador el 10 de marzo de 1853.

•Después del terremoto de 1854 que destruyó San Salvador, Pineda y Saldaña es el responsable de edificar la nueva catedral en Santa Tecla.

•Esta iglesia sería la Parroquia de la Inmaculada Concepción, cuya primera piedra fue puesta por el obispo el 8 de mayo de 1856 y los gastos iniciales con de la venta de su herencia: la “Hacienda de San Juan”.

•Tomás Pineda y Saldaña se opuso tajantemente al decreto impuesto a los clérigos, por el entonces presidente de El Salvador, Gerardo Barrios, de juramentar ante la Constitución. Debido a esto se autoexilió en Guatemala y sólo regresó a El Salvador hasta que Barrios fue derrocado y el país era dirigido por Francisco Dueñas.

•El anciano y enfermo obispo murió el 6 de agosto de 1875 en Santa Tecla.

•El día siguiente el presidente de El Salvador, Mariscal Santiago González, decretó duelo nacional por 9 días.

•Pineda y Saldaña fue enterrado en una bóveda cerca del altar mayor de la parroquia Inmaculada Concepción.

•Después del terremoto del 13 de enero de 2001, sus restos fueron incinerados y aguardan en Catedral Metropolitana hasta ser trasladados, finalmente, a la nueva iglesia Concepción de Santa Tecla.

Fuente: “Apuntamientos de Historia Patria Eclesiástica”. Recopilados por el canónigo doctor Santiago Ricardo Vilanova. Provisor y vicario general de la Diócesis, San Salvador, Centroamérica, 1911


Historia del Antiguo templo



En este bello cuadro se puede apreciar al fondo el antiguo templo
destruido por los terremotos del 2001


Después del megasismo del 16 de abril de 1854 y la consecuente ruina de San Salvador, se buscó un nuevo lugar para reubicar la a capital y también la Catedral. El lugar elegido fue el llano de Santa Tecla.

•El solar donde actualmente está ubicada la iglesia Inmaculada Concepción albergó durante los años de fundación de Santa Tecla (1854-1855) una capilla provisional.

•La parroquia de la Inmaculada Concepción fue erigida por el obispo Tomás Miguel Pineda y Saldaña. Costó 68 mil pesos.

•El obispo colocó la primera piedra el 8 de mayo de 1856.

•Los primeros planos del templo estuvieron a cargo del ingeniero Enrique Holter.

•Durante el exilio del obispo Saldaña, del 20 de noviembre de 1861 al 13 de noviembre de 1863, el prelado entregó la parroquia a la municipalidad.

•La iglesia fue bendecida el 24 de diciembre de 1866.

•El obispo Tomás Miguel Pineda y Saldaña falleció el 6 de agosto de 1875. Fue enterrado frente al Altar Mayor.

•Los demás párrocos realizaron reformas a la estructuras: demoliciones de los coros, construcciones de altares nuevos y grutas, pavimentación del templo, ubicación de nuevas pilas bautismales, entre otras.

•A partir de 1871, época en que se inició la ruptura legal entre Iglesia y Estado, los bienes eclesiásticos dejaron de recibir atención y cuidado de la municipalidad y quedó la iglesia sólo a merced de limosnas.

•Hacia 1880 el templo fue completamente desamparado de toda ayuda municipal.

•Con el paso del tiempo, se conservó la estructura original del edificio, aunque sus materiales fueron reemplazados.

•Un incendio destruyó el antiguo campanario en 1971. En 1975 fue construido el siguiente.

•La iglesia no soportó el terremoto de 7.6 grados del 13 de enero de 2001. La Comisión Evaluadora de Daños (MOP-ASIA-FESIARA) concluyó que la iglesia debía ser demolida. La única estructura que quedó en pie fue la clínica.

•Para el 27 de febrero de 2001, la parroquia Inmaculada Concepción fue demolida.


Así esta en la actualidad el Nuevo Templo Parroquial
inaugurado en el año de 2004


Fotos del exterior del templo

























Capilla del Santísimo Sacramento Del Altar





















Fotos del interior del templo

































.
Reply With Quote
     
     
  #2  
Old Posted May 2, 2011, 4:53 PM
-*Casa Saboya*- -*Casa Saboya*- is offline
Registered User
 
Join Date: Jan 2010
Posts: 215
Imágenes del sábado santo o sábado de gloria

Reply With Quote
     
     
  #3  
Old Posted May 2, 2011, 4:55 PM
-*Casa Saboya*- -*Casa Saboya*- is offline
Registered User
 
Join Date: Jan 2010
Posts: 215
Imágenes del sábado santo o sábado de gloria

Reply With Quote
     
     
  #4  
Old Posted May 2, 2011, 4:56 PM
-*Casa Saboya*- -*Casa Saboya*- is offline
Registered User
 
Join Date: Jan 2010
Posts: 215
Imágenes del sábado santo o sábado de gloria

Reply With Quote
     
     
  #5  
Old Posted May 2, 2011, 4:58 PM
-*Casa Saboya*- -*Casa Saboya*- is offline
Registered User
 
Join Date: Jan 2010
Posts: 215
Imágenes del sábado santo o sábado de gloria

Reply With Quote
     
     
  #6  
Old Posted May 2, 2011, 5:00 PM
-*Casa Saboya*- -*Casa Saboya*- is offline
Registered User
 
Join Date: Jan 2010
Posts: 215
Imágenes del Viernes Santo

Reply With Quote
     
     
End
 
 
Reply

Go Back   SkyscraperPage Forum > Regional Sections > América Latina
Forum Jump


Thread Tools
Display Modes

Forum Jump


All times are GMT. The time now is 3:58 PM.

     
SkyscraperPage.com - Archive - Privacy Statement - Top

Powered by vBulletin® Version 3.8.7
Copyright ©2000 - 2024, vBulletin Solutions, Inc.